Bazaa 2019, Un recorrido por la cultura japonesa

El Bazaa de la escuela japonesa Nichia Gakuin es un evento en el que se celebra la cultura japonesa, tiene una gran variedad de actividades y un ambiente adornado con ornamentos característicos del país oriental. Dio comienzo a las 14:00 horas de la tarde del sábado. Era un día con un clima ideal para disfrutar y pasear por el evento a cielo abierto, ya que, no hacía ni frío ni calor, no había viento y estaba soleado.

Toda la temática del evento giraba en torno a la cultura japonesa, esto se podía ver desde el momento en el que se pasaba por la entrada. Tanto las paredes como los stands estaban adornados con las lamparas típicas del oriente y tenían algún que otro origami (un arte japones que consiste en el plegado del papel) típico de esa cultura, que acompañaba y completaba la decoración.

Los stands del bazaa vendían todo tipo de cosas: juguetes, pines o llaveritos de famosos personajes japoneses, especias o ingredientes culinarios orientales, llaveros, aritos y collares artesanales hechos con porcelana de postres o comida japonesa, esculturas creadas con impresoras 3D y más. Pero los que se destacaban por sobre los demás y mayor demanda tenían, eran aquellos que vendían ropa, específicamente ropa que simulaba ser japonesa, como kimonos modernos, o prendas con estampas de animaciones, personajes y letras típicas japonesas denominadas kanjis.

En el evento estuvieron muy presentes los alumnos de la institución con sus diferentes proyectos. Por un lado, se encontraban los alumnos de quinto año del secundario vendiendo sus "Bio Note" unos cuadernos de notas ecológicos y reutilizables. Este micro-emprendimiento fue realizado con el fin de poder participar del programa de Junior Achievement "Aprender a Emprender" en el cual muchas escuelas secundarias de todo el país compiten creando su propia compañia.
Por otro lado, estaban los alumnos de cuarto año. Ellos optaron por hacer diferentes juegos para los niños que atendieran al evento con el objetivo recaudar fondos para su viaje de egresados. 
Además hicieron un flashmob en el que bailaron música pop japonesa. Primero hicieron la performance del baile, luego la enseñaron a aquellos interesados, para mas tarde danzar nuevamente junto con el público.

Más adelante, después de dar una vuelta por toda la exposición, fui hacia el sector de comidas, el cual ofrecía una amplia variedad de menúes japoneses. Después de una larga búsqueda de algún plato que me gustara y me llamara la atención probarlo, opté por el "tonkatsu", el cual consiste de arroz japones, con una especie de milanesa de cerdo, acompañado por una ensalada fresca. Luego probe el "mochi", un excéntrico bocado japones hecho con pasta de arroz  y relleno con poroto fermentado llamado "azuki". Para disfrutar mas del sabor esta comida, esta debe estar fresca, recién hecha. Por eso, en un sector se encontraban realizando el particular y tradicional proceso de cocción. En él ,participan varias personas. Dos de ellas aplastan con martillos gigantes de madera arroz japones sobre una especie de mortero de madera hasta hacer una pasta. Estas personas son dirigidas por un tercero para coordinar los golpes y asi sacar mayor provecho del tiempo. luego, un grupo de tres a siete personas rellenan la pasta con el azuki y moldean la misma con una forma circular, como si fuera una albondiga. 

De repente, a lo lejos se empezaron a escuchar sonidos de tambores. Me acerqué y encontré a una multitud reunida disfrutando del show de "taiko". El taiko es el arte de los tambores tradicionales japoneses que combinan distintos tipos de taikos con diferentes tamaños y sonidos para crear una melodía que proyecta una fuerza increíble. Le siguió un número de danza tradicional, en el cual las bailarinas vestidas con kimonos, sombreros y abanicos típicos de esa disciplina, danzaban al ritmo de "Sakura", una canción muy conocida, de una manera elegante, suave y agraciada

Por otro lado, se podían realizar diferentes actividades como workshops de diferentes artes de la cultura japonesa como lo son el origami, el kumitate (en el cual se utiliza la técnica del encastre de papel) o el ikebana (el arreglo floral japonés). Además contaban con un espacio en el que se podían sacar fotografías vestidos con kimonos en un fondo de paisaje mas conocido de la tierra del sol naciente: el monte fuji.

Por último, se armó otra especie de "flashmob" en el cual se empezó a bailar la danza festiva del "bon odori". Se hizo en el patio del espacio, se bailó en una ronda, y en el centro se encontraban dos taikos que acompañaban la música que se escuchaba desde los parlantes. Luego de una o dos vueltas a la ronda, las bailarinas invitaron a todo el público a seguirlas. Se generó un clima festivo con una energía positiva y de pura alegría, un gran cierre para este gran evento.