Rebelión en la moda
Por efectos de la globalización y las redes sociales, el mundo de la moda se ha transformado como nunca antes.
La moda es un fenómeno cambiante que se adapta a la época en la que se encuentra. Sin embargo nunca se vio tan afectada y tan obligada a mutar. El mundo nuevo está imponiendo una manera “aggiornada” de percibir la industria de la moda.
Desde sus inicios, la moda ha ordenado qué se puede usar, qué no y cómo debe usarse. Además, como afirma la socióloga de moda argentina Susana Saulquin, la moda era una herramienta para disciplinar personas, en una sociedad en la que se tomaba a la misma como un método de integración y cohesión social.
Ahora, gracias la globalización, el avance de las nuevas tecnologías y las redes sociales, este orden ya no es el que prima. La moda ya no impone tendencias que deben ser seguidas a rajatabla por toda la población por igual, sino que son individualidades conectadas globalmente las que eligen qué ponerse en función de representar su propio ser.
Esta nueva forma de hacer moda funciona de la siguiente manera: a través de las redes sociales, se crean tendencias más libres que se arman para representar la propia individualidad. La tolerancia social comienza a tener una importancia mucho mayor; y los mandatos obligatorios de la antigüedad, que se oponían a este principio para lograr una cohesión social, empiezan a decaer.
En este mismo sentido, se instala una concientización sobre otros aspectos sociales como la importancia del medio ambiente, o cómo las industrias (específicamente la industria de la moda) afectan a su bienestar y el alcance económico. Por esta razón se demanda indumentaria sostenible en el tiempo, fabricada con responsabilidad y conciencia social.
Este nuevo mundo de individualidades no solo busca expresarse a través de sus prendas, sino que también le da importancia a las experiencias sensoriales que conlleva el vestir. Por eso, cada vez más, se está apostando a priorizar la comodidad en el vestir, luchando contra la vieja concepción de que para estar a la moda, hay que sufrir.
Pero... ¿es cierto que la moda dejó de imponer tendencias? ¿Es tan así?
Si bien, es verdad que ha perdido cierto poder en la sociedad contemporánea, su lugar de prestigio y privilegio sigue estando presente (en menor medida, pero presente en fin). Todos los años se celebran las semanas de la moda al rededor de todo el mundo, y son sus participantes (que suelen ser los diseñadores más reconocidos y avalados globalmente) la fuente de inspiración para las tendencias de las temporadas venideras. A partir de las telas, las prendas, los accesorios, y demás elementos que estos diseñadores usen en sus colecciones, se establecen las tendencias a seguir.
En conclusión, aunque el mundo de las redes sociales ha cambiado algunas concepciones anticuadas y ha propuesto generar un mundo en el cual todas las individualidades sean libres de expresarse tal cual son, es inevitable admitir que la moda sigue siendo un fenómeno imprescindible para la sociedad, y su privilegio no ha perdido vigencia...todavía.
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